Nuestro Loro Mental

Hoy os voy a presentar al animal que llevamos siempre con nosotros, que no nos deja en ningún momento y que llevamos cargado al hombro todo el tiempo, el loro es un animal parlanchín, cuando aprende a hablar no para. Nuestra mente es como un loro, nos habla constantemente.
¿Ya te has apuntado al gimnasio o has empezado a correr, a caminar o a hacer algún tipo de ejercicio?, ¿has decidido llevar una dieta sana pero no logras mantenerla?. Comienzas muy bien, realizando todo lo que te has propuesto y después de unos días amanece lloviendo y han bajado las temperaturas y tu loro empieza a decirte que te quedes en casa, que no vayas al gimnasio o salgas a pasear, que vas a pasar mucho frío y te vas a mojar, que en el sofá se está más agustito y además es sábado. ¿Qué haces en esta situación? ¿Escuchas a tu loro y dejas que él y la pereza te dominen o vas a mandar tú en tus decisiones?. No puedes matar al loro, igual que no puedes silenciar tus pensamientos, pero sí que puedes actuar como tu decidas, si la pereza te dice que te quedes en casa pero tu realmente quieres ir al gimnasio porque una de tus plantas es estar saludable y para cuidarla tienes que hacer ejercicio, puedes dejar al loro que siga hablándote e ir al gimnasio con él en el hombro, con pereza pero ir. Si deseas hacer algo pero no te atreves por vergüenza, lánzate, llévate la vergüenza contigo, no se trata de esperar a no sentir vergüenza, sino de hacerlo aún con vergüenza. Al principio te costará pero poco a poco irá desapareciendo, la segunda vez el loro te hablará un poco menos, la tercera, todavía menos y al final harás de forma natural aquello que no te atrevías por vergüenza. Cuando notes que empiezas a escuchar lo que tu loro te dice pregúntate ¿quién quieres que domine tu vida, tu loro o tú?
